Es importante que estés consciente que la forma de nuestras piernas está determinada principalmente por la carga genética que ya traen, y que las tengas excesivamente anchas o muy delgadas.
Si ponemos en marcha un plan completo que incluya desde cambios de hábitos, alimentación, realizar actividad física, utilizar ropa y zapatos adecuados, consentir esta parte de nuestro cuerpo con tratamientos estéticos, geles, cremas reafirmantes, etc., seguro podrás mejorarlas, hacer que se vean más delgadas o torneadas.
Debemos preocuparnos por ellas como lo haríamos por ejemplo por nuestro rostro.
Quizá te suene muy extenuante e incluso esclavizado el plan, pero, cuando logres ver los primeros resultados no dudarás en continuar; piensa también que unas piernas en forma no solo son cuestión de belleza sino también de salud.
Los ejercicios recomendados son los siguientes (recuerda que trabajar los músculos de tus piernas ayudará a incrementar tu metabolismo y conseguirás quemar más calorías incluso que cuando realizas algún ejercicio cardiovascular:
Sentadilla:
Es uno de los ejercicios más efectivos para trabajar las piernas; incluso trabajas la cintura y hasta los glúteos, es muy completo.
Lo puedes realizar en tu casa con una postura y rutina correctas (parándote derecha, abriendo las piernas y colocando los brazos hacia adelante a la altura de los hombros, la espalda recta y baja).
Desplante:
Trabajas glúteos y cuádriceps. Párate derecha con tus piernas en posición de tijera, ambos pies deben estar paralelos, rodillas alineadas con las caderas y los tobillos. Con la espalda derecha y las manos en la cintura, flexiona la rodilla derecha para bajar el torso hacia el piso, evita que la rodilla que doblas toque el piso o que rebase tu rodilla. Posteriormente realiza el ejercicio pero con la pierna contraria.
Pantorrilla:
Siempre nos olvidamos de ella, así que de pie, con las piernas juntas, eleva ambos talones a la vez subiendo lo más que puedas las puntas del pie.
Estos ejercicios deben completarse con una rutina de ejercicio cardiovascular de por lo menos 30 minutos diarios; no necesita ser extenuante, puedes caminar.
La alimentación y otros consejos forman parte de este plan:
Verduras:
Las de hojas verdes como espinacas y lechuga fortalecen y mejoran la circulación, otras podrían ser el brócoli y calabaza. Adereza con un poco de limón y aceite de oliva o puedes consumirlas cocidas al vapor.
Frutas:
Todas las bayas del bosque o frutos rojos son muy recomendables, pues tienen un pigmento que fortalece las paredes de las venas.
Consume pescado en lugar de carnes rojas.
Incluir también alimentos altos en fibra como cereales y legumbres, ayuda a prevenir y curar las várices.
Otros consejos importantes que debes seguir:
Hidrata bien tu piel diariamente.
Evita la ropa muy entallada y los zapatos que no tengan arco, no favorecen la circulación ni tu postura corporal.
Si puedes, todas las noches descansa tus piernas elevándolas por 10 minutos.
Exfólialas por lo menos una vez a la semana, ayudará a mejorar la apariencia de tu piel, eliminando las células muertas.
No olvides beber agua, mínimo 2 litros al día.
Si después de bañarte logras dejar correr por 5 minutos agua fría en tus piernas, ayudarás a mejorar la circulación, tonificarás tu piel y ayudarás a evitar la celulitis.
Trata de caminar lo más que puedas escaleras en vez de ascensor.
Trata de darte el tiempo necesario, cuida de tu cuerpo de la mejor manera posible.
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