Cuando hice esta fotografía en la Plaza de Armas de Santiago de Chile,vi a dos personajes de bondadoso rostro. Les escuché conversar mientras daban alimento a las palomas: Uno decía "Cuando se me acercan mucho, las atrapo, y con este alicate ( lo mostraba) le corto las patitas". El otro respondió: " Tengo un método diferente. Les doy miguitas de pan, con yeso en polvo. Al ser ingeridas, el yeso fragua en su estómago, se endurece y mueren".
Puse atención, vi muchas palomas mutiladas. Decidí fotografiar y denunciar a estos malvados, más percatándose de mis intenciones ya habían emprendido el vuelo...